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lunes, 10 de marzo de 2008

Dos Opiniones...

Tuve oportunidad de ver 10,000 AC el día de ayer, y la duda que me surge es ¿por qué odian a Emmerich?

 

No digo que sea la mejor película que he visto, ni siquiera la mejor del año, pero realmente creo que es ya un tópico decir que “las películas de X son malas por definición”, y sustituir X por algún director de cierto renombre, léase Rodríguez, Tarantino, Lucas, Shyamalan, o,  en este caso, Rolland Emmerich.

 

Sabemos que existen Grandes Directores, y sabemos que existen Buenas Películas. Pero las películas en general, mientras cuenten una historia entretenida, y aprovechen el leguaje visual del cinematógrafo, cumplen con su cometido. A Emmerich se le ha criticado principalmente por Godzilla y ID4, pero yo creo que son películas entretenidas, a final de cuentas. Quizá el odio endémico de los críticos estadounidenses se deba a que voló la Casa Blanca y mató a la primera Dama, pintó al ejército de E.U. como verdaderos idiotas que no pudieron encontrar una lagartijota en el metro, y tuvo que llegar Jean Renoir y su ejército francés para salvarlos, o a que congeló al presidente de E.U. por culpa de su estúpido vice-presidente (y además hizo que E.U. perdonara la deuda externa a México, que no quería recibir a los gringos como ilegales…). Eso no se llama crítica cinematográfica, se llama orgullo, prejuicio y xenofobia.

 

Considero que 10,000 es una buena película, sin fallos argumentales, con efectos visuales de gran manufactura, y anclada firmemente en el mundo de la fantasía cinematográfica.

 

Esto es clave, ya que muchos arguyen que la película es mala debido a sus “inconsistencias históricas”: Si yo quisiera precisión de ese tipo, me quedaría viendo “The History Channel”, que también lo he hecho. Pero cuando una película no dice “Basada y/o inspirada en hechos reales”, pues no tiene ninguna obligación de serlo. E incluso, cuando está basada en la realidad, suele haber ciertas “licencias poéticas” no muy justificadas.

 

La historia de 10,000 es bastante simple: un “viaje del héroe” marca Campbell modelo estándar, con palanca de velocidades al piso… El héroe de la profecía, que no está a la altura de las circunstancias, que pierde un padre para luego encontrarlo en si mismo, que obtiene un mentor sustituto (y amigo del padre), y la travesía de crecimiento que lo hará acreedor al derecho de vencer al villano, conseguir a la mujer amada y “Ser el héroe”.

 

Al comentar la película, le dije a mi esposa “Los efectos no son la gran cosa, ¿verdad?”, a lo que ella respondió “Más bien no se notan”… y entonces recordé que los Mamuts no existen…

 

Lo que si es una porquería, pues es el servicio del Cinemark Parque Tezontle donde la vi, ya que a media función, la imagen se descuadró 2 veces, quedando como el Pato Lucas en “Duck Amuck”, y luego, sin más ni más, la cinta se interrumpió, empezó la musiquita ambiental y ni las luces se prendieron. Como a los 15 minutos la película continuó, pero el daño ya estaba hecho, y nadie vino a decir “usté perdone”.

 

Eso, aunado a los 2 novios de mi derecha, que consideraron más sabio gastarse 100 pesos para platicar a oscuras durante 2 horas que irse a… cualquier otro lado, y al cerdo-adolescente de mi izquierda, que consideró más entretenido arrancarle con todo escándalo la etiqueta a su refresco que la película, pues la experiencia no fue muy agradable.

 

En fin, 10,000 es una buena película, Emmerich es un director injustamente infra-valorado (sin ser un genio, aclaro), y Cinemark Tezontle no es la mejor opción parar ir al cine.

 

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