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viernes, 18 de noviembre de 2016

Arrival. (La llegada)
Dennis Villeneuve, 2016

El día de ayer saliendo del cine, proclamé entusiasmado "¡La mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos".

¿Es una hipérbole, una exageración, un arrebato del momento? No lo se, pero puedo decir que sigo pensando prácticamente lo mismo.

Hay que entender que nada es absoluto, no hay nada que sea absolutamente mejor que otra cosa, y más en el tema artístico, donde mucho depende de una percepción subjetiva de la obra en cuestión, y eso implica a su vez que esa percepción está influida por nuestro conocimiento previo, experiencias, imágenes que traemos y que usamos para precisamente interpretar todo. Así que en este momento, Arrival es la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos, para mi.

Basada en una historia corta de Ted Chiang llamada "La historia de tu vida", a primera vista el tema de la película es bastante trillado, incluso tal como lo muestran los cortos: naves espaciales aparecen en la tierra, y alguien tiene que hacer algo antes de que todo explote en pedazos. La diferencia es quien, en este caso, será el responsable de ese "algo". Amy Adams interpreta a Louis, una lingüista experta en traducciones que será la responsable de comunicarse con Pepe Marciano, o quien sea que venga en las navezotas, y de ella dependerá en gran medida el futuro de la humanidad.


Sobra decir que a partir de este punto comienzan los destripes, o spoilers para todos aquellos que no la hayan visto, así que vayan, vayan, y luego sigan leyendo.

El tema central de la película, el mensaje con el que quiere que salga uno, es que a pesar de cualquier tragedia que vivamos, cualquier incidente negativo que nos pudiera hacer cuestionar nuestras decisiones y acciones, y preguntarnos si vale la pena vivir, la respuesta es siempre un rotundo SI. Las experiencias positivas, el amor que podamos dar y recibir en cualquier momento dado, siempre será mayor que el sufrimiento ocasionado por pérdida de ese ser querido, por ejemplo. Y es a esos recuerdos positivos a los que debemos apelar cuando sintamos flaquear nuestra voluntad o ánimo de vivir.

Bastante heavy para una película palomera de marcianos, ¿no?

La lista de puntos que recorre dentro de los tropos de la ciencia ficción son varios. Llegada de los marcianos: check. Uso de la ciencia para resolver el problema: check. Presentar teorías sobre como el lenguaje afecta nuestra percepción de la realidad: check. Alienígenas fundamentalmente distintos a los humanos: check. Paradojas temporales: check. Percepción del tiempo como no lineal: check. Reflexión sobre el momento actual (redes sociales, monito con máscara de Guy Fawkes protestando, bombas puestas por soldados influidos por un vlogger, medios de comunicación): check. Mensaje esperanzador sobre el futuro de la humanidad si deja de lado sus diferencias y aprende a comunicarse: check.

Y además, la cinematografía es bellísima, la actuación de Adams es arrebatadora, los efectos son discretos pero efectivos, la edición es magistral. El ritmo de la película va subiendo hasta pasos frenéticos que al final lo tienen a uno al filo del asiento. Para alguien que lloró como magdalena al inicio de UP, el inicio de Arrival puede ser tan o más devastador, pero además aquí esa secuencia inicial está total y completamente ligada con el tema y trama de la película hasta el final.

El director no da demasiadas concesiones, la película es hard sci-fi, y es heredera de filmes como Encuentros Cercanos de Spielberg, o Señales de Shyamalan, y de libros como Empotrados de Ian Watson y su intento por registrar la realidad a través del lenguaje o Los Propios Dioses de Asimov y los esfuerzos para comunicarse con seres interdimensionales inconcebibles para nosotros, y la percepción del tiempo simultánea del Dr. Manhattan del Watchmen de Alan Moore o del Kwisatz Haderach de Dune, y la jerarquía del extraño de Orson Scott Card, quien dice que cualquier inteligencia con la que la humanidad no pueda comunicarse debe ser considerada Varelse, una amenaza que intentará exterminarnos, y solo hasta que se pueda establecer comunicación entre las especies, podrá esta ser considerada como Raman, una inteligencia diferente a nosotros pero con la que se puede convivir.

Supongo que no es para todos los gustos, unas señoras sentadas al lado mio en el cine se salieron poco después de la mitad de la película, pero creo que en estos tiempos en que el presidente de EU es un xenófobo, y quiere nombrar como secretario de educación a un creacionista, la divulgación de este tipo de historias no solo es necesaria, sino obligatoria.

*****

lunes, 28 de marzo de 2016

Batman Vs Superman: El Origen de la Justicia: Opinión.



Es complicado. Cuándo la sensación colectiva (tuya y de tus cuates) al terminar la pelíula es "Fiuu... pudo haber sido peor", no es muy buena señal.

Antes de continuar, aviso como es mi costumbre que habrá destripes en esta publicación, así que si no quieren enterarse de lo que pasa, la recomendación es simple: vayan a verla, que los reportes de que es la peor película en la historia son totalmente erróneos. Que les guste o no, ya dependerá de otros factores.

¿Por qué pudo haber sido peor? Porque a pesar de que #inSnyderWeTrust, los cortos mostraron ciertas cosas que así de entrada parecían patadas de ahogado por parte de WB para atraer a los fans del Universo Cinematográfico de Marvel, para atraer a los fanboys de DC a quienes no gustó Man of Steel, para atraer al público en general a una película que lleva 64 años preparándose: el encuentro en cine de Batman y Superman.
¿Qué cosas daban intranquilidad? Veamos, ¿Es o no es secuela directa de Man of Steel? ¿Si es Batman v Superman, por qué está ahí Marvila? ¿Y por qué anunciaron a Cyborg, y a Aquaman, y a Flash? ¿Es la liga de la Justicia? ¿Luthor va a volver a ser un monito cómico? y lo principal (para mi) ¿Van a desperdiciar a Doomsday? Porque mostrar a Doomsday sin matar a Superman sería un desperdicio, y no creo que por mucho se atrevan a... oh...

Entonces, una vez vista la película y respondidas estas preguntas, uno entiende y al final parece que sí teníamos razón en confiar en Snyder... hasta cierto punto.


Snyder se atrevió. Se atrevió a hacer lo que en cine de superhéroes no se había hecho hasta ahora. Y si nos ponemos a debatir con él, seguramente nos podrá referenciar cada viñeta de cada cómic de 1938 a la semana pasada en la que vemos que Batman si ha matado, o que ha usado gabardina, o que Superman sufre, que Luthor es pelirrojo, y hasta que las World's Finest Mamas son tocayas.

Poco le importó que la mayoría de la gente no sepa de dónde viene Darkseid, o por qué es significativo ese símbolo Omega en el piso, o quién es Cyborg, o que muchísimas escenas sean idénticas al comic, o la escena en el senado esté inspirada en el Kingdom Come de Alex Ross. Lo que quiso fue contar una histora de comics, basada en comics, para lectores de comics.

¿Y qué obtuvimos? Pues por primera vez Bruce y familia van a ver el Zorro al cine; una Mujer Maravilla que es una amazona y disfruta pelear; un Doomsday producto de clonación kryptoniana; un Flash viajando al pasado para advertir de una ¿crisis?; unos Clark y Lois viviendo juntos enamorados; un Batman vestido, peleando, moviéndose, deduciendo e investigando como en el cómic; un Alfred paternal y sarcástico; y una buena, si corta, adaptación de la Muerte de Superman y el Funeral para un amigo, ahí si, casi cuadro por cuadro. Y todo esto es muy bueno, de eso a mí no me queda duda.

¿En qué falló? En lo cinematográfico. Porque atreverse a tanto no automáticamente implica que la película sea técnicamente buena. Le falla el ritmo, la historia medio se sostiene, las motivaciones de Luthor y Batman nunca son muy claras, la "ciencia ficción" con trabajos se justifica. Y la resolución del conflicto titular en lo personal me pareció muuuy cursi. Como tu mamá se llama igual que la mía entonces ya somos superamigos... come on.

A mi gusto, sí le faltó el ritmo paciente que Marvel ha perfeccionado con sus fases. Porque al final, muchos se quejan de que Superman no es el héroe luminoso que todos conocemos, y de que Batman es demasiado oscuro. Ah, pues lo que no vemos es lo que solo se sugiere: en los 18 meses que hay entre Man of Steel y Batman V Superman, hay episodios donde Superman salva gente, salva gatitos de los árboles, la gente lo quiere y él es feliz. Para mi esa debió haber sido la secuela directa de Man of Steel.

Habrá que esperar a la edición Ultimate, como hizo el propio Snyder con Watchmen, para ver si la historia y/o el ritmo mejoran.

Al final ¿qué queda? Pues los records rotos en taquilla, un tomatómetro de 29%, tres por ciento más alto que Superman III y más bajo por mucho que Superman Returns (76% ¿en serio?), y la filmación de JLA que está anunciada para comenzar el 11 de abril.

Desafortunadamente Snyder ha declarado que una de las razones para matar a Superman fue para que específicamente sea Batman el que reuna a la liga, y eso en mi opinión sí va totalmente en contra de lo que ambos personajes representan.

Mi gusto por Superman data de cuando me llevaron al cine a ver las películas de Reeve, me compraron mi traje de Superman y mi papá me llevaba volando por la casa mientras tarareábamos el tema de John Williams. Ahora que lo sobreanalizo todo, entiendo que lo que me gusta del personaje es su heroísmo nato, su liderazgo natural, que es algo independiente de si tiene poderes o no. Él hace lo correcto porque es lo único que puede hacer, su educación y valores así lo condicionan. Desafortunadamente, parece que en esta época un héroe con esos valores está fuera de lugar. Esperemos, dándole nuevamente el voto de confianza a Snyder, que eso quede corregido al final de esta aventura cinematográfica.

Mientras tanto, ¿qué van a hacer cuándo no estén salvando al mundo?

martes, 2 de febrero de 2016

CREED


Es curioso pensar cuántas veces se puede hacer una misma pelicula, y si está bien hecha, seguir disfrutándola. Lo anterior puede aplicar a Star Wars Episodios IV y VII, a Superman vs Man of Steel, Siete Samurai vs Magnificent Seven vs Bichos vs Galaxy Quest, el extraño caso de James Bond, y por supuesto, Rocky vs sus secuelas.

 

 Hace diez años vi por última vez una película de Rocky en el cine, la cual disfruté como hacía mucho no lo hacía a una Rocky. 30 años después de su debut, Rocky Balboa regresaba como el personaje intrínsecamente bueno y noble que siempre ha sido, con "demonios" todavía que enfrentar, y la película cerraba la saga en una manera tierna y satisfactoria.



Si en ese momento, mientras enjugaba las lágrimas, me hubieran dicho que 10 años después Rocky regresaría a las pantallas, no lo hubiera creído, o hubiera pensado que para qué, ya que definitivamente nunca iba a generar una historia tan buena y/o del mismo nivel que la que acababa de ver.

Craso error.

Casi 40 años después de su primera aparición, Rocky regresa al cine, no como protagonista, y no como algunos podrían pensar, como cameo glorificado. No, llega como actor de reparto, y en este caso me gusta más la acepción en inglés del mismo término (supporting actor), ya que toda la película, el director y los protagonistas se apoyan en él.

 Creed (Corazón de campeón, nombre telenovelezco inevitable en este país) gira en torno al hijo de Apollo, y vista de manera simplista, es un refrito de la Rocky original: un "don nadie" que quiere hacerse un lugar en el mundo del boxeo por sus propios méritos recibe la increíble oportunidad de oro de enfrentarse al campeón, mientras intenta conquistar a la chica que él sabe será el amor de su vida.

 

Quien entienda la historia de Rocky, sabrá que no es una película sobre boxeo, sino una romántica historia de amor, de amistad y de familia, enmarcada por emocionantes montajes de entrenamiento y una pelea final.

Y sí, Creed hace check en cada uno de esos puntos, pero lo hace desde una perspectiva nueva, honrando la tradición pero apuntando hacia el futuro.

En una entrevista el director Ryan Coogler comentó que para él Rocky siempre fue parte de su cultura familiar, pero que, como afroamericano, quien era el héroe a seguir era el propio Apollo. Eso es evidente en la nueva película, que no fue ni escrita ni dirigida por Stallone. El enfoque sin ser "racial", si es distinto a lo que se había visto hasta ahora, y en mi opinión eso es muy bueno, ya que vuelve refrescante la premisa.

La genialidad de los realizadores estriba en el excelente balance entre lo viejo y lo nuevo, Rocky y Creed, Hip-hop y Bill Conti, la forma de que cada referencia surge de manera natural dentro de la propia historia, y no forzada como un servicio a los fans. Michael B. Jordan es excelente como Adonis Creed, que siempre aparece simpático y de forma casi instantánea cae bien solo de verlo.

¿Y Stallone? Brutal. Más allá de la caracterización y maquillaje que porta a través de la película, su profundo conocimiento del personaje lo vuelve entrañable a un nivel familiar. Cada paso, cada frase, cada mirada, está cargada de los casi 40 años que lleva Rocky en este mundo, y para los que hemos seguido su historia, cada paso, cada frase y cada mirada pesan y traen la nostalgia de lo que ya fue, y la certidumbre y el temor de lo que vendrá. Mérito evidente del director el haber convencido a Stallone de regresar, y de utilizarlo como consultor para poblar ese universo tan familiar.

De la última vez que pensé que no volvería a ver a Rocky en una nueva historia, al día de hoy en que agradezco mi equivocación, aprendí que no puedo decir si esta historia tendrá o no una continuación, y si valdrá la pena o no. Así que por el momento, me retiro de la arena coreando en mi mente "Rocky - Creed - Rocky - Creed... " y tarareando la fanfarria de Rocky.


PD: Si por casualidad se les salieron las lágrimas en Rocky Balboa, prepárense porque en Creed de plano no tuvieron piedad con la secuencia de las escaleras.

domingo, 16 de agosto de 2015

Estaban en el lugar equivocado, en el momento inoportuno. Naturalmente, se convirtieron en héroes.

Decidí titular esta entrada con esa cita del "Journal of the Whills" con la que empieza la novelización de Star Wars, lo que ahora conocemos como Episodio IV, porque me parece que aplica en parte para referenciar lo que el futuro nos depara con respecto a la saga cinematográfica.



Más allá del episodio VII que dirigirá JJ Abrams, uno de los 2 santos patronos actuales de los geeks como yo comprenderé, Disney y Lucasfilm están armando un plano de viaje que puede resultar fácil de interpretar si nos fijamos en lo que están buscando en sus directores: Talento.

Comenzando con el episodio VIII, el elegido es Rian Johnson, un director que hizo 3 películas comenzando en 2005 con Brick (muy buen homenaje al Halcón Maltés ambientado en una preparatoria gringa y con Joseph Gordon Levitt haciendo su mejor interpretación de Bogart) y terminando con Looper (2012), donde Bruce Willis y JGL brincan en el tiempo jugando al detective persiguiéndose a si mismos (y continuando con el tema de cine negro). A este novel director Lucasfilm decidió darle un juego de las llaves del reino.

Siguiendo con episodio IX, el elegido es Colin Trevorrow, un director que hizo una película llamada Safety Not Guaranteed en 2012 y fue tan bien recibida, considerada tan fresca y original, que Steven Spielberg le dio las llaves del Mundo Jurásico con bastantes bueno resultados; tan buenos que Lucasfilm decidió darle otro juego de las llaves del reino.

Después tenemos las películas de Antología comenzando con Rogue One, un título que nos remite al Rogue Squadron de Wedge Antilles y Luke Skywalker y cuya historia promete acción ruda sobre como se consiguieron los planos de la primera estrella de la muerte. Y aquí el elegido es Gareth Edwards, un director que hizo en 2010 una película de Monstruos con efectos visuales que él literalmente hizo en la computadora de su casa.  Causó tan buena impresión que Warner Bros. le dio las llaves de un reino con muchísima tradición, y lo puso a dirigir Godzilla, una versión del gran monstruo japonés que fue mucho mejor recibida que la versión de Emmerich y que a pesar de tener algunos problemas de historia, fue alabada por sus imágenes y ritmo, y con tan buenos resultados que al menos hasta ahora tiene apalabrada ya una secuela, y aprovechando el viaje, Lucasfilm decidió darle otro juego más de las llaves del reino.

La última película de Antología "confirmada" hasta el momento, son las Aventuras Juveniles de Han Solo, y en este caso los elegidos son un equipo de directores que pronosticaron un clima Nublado con probabilidades de albóndigas, luego revivieron una franquicia televisiva y nos intentaron convencer de que Todo es Increíble con las piezas correctas. Con esas 3 referencias. Lucasfilm decidió darles a Phil Lord y Chris Miller el último juego, hasta ahora, de las llaves del reino.

¿Notan el patrón? 5 directores, nacidos todos entre 1973 y 1976, que crecieron con las películas de esa generación de visionarios (Spielberg-1946, Lucas-1944), y que ahora están recibiendo la estafeta de la segunda generación (Abrams-1966, Snyder-1966). Hace como 10 años, yo dije que Abrams era el nuevo Spielberg, y ahora creo que estos 5 directores son lo que nuestros hijos verán como los clásicos, cuando nuestros nietos nos pidan ver películas "viejitas".

sábado, 15 de marzo de 2014

AU, AU, AU... (Opinión sobre 300: Rise of an Empire)

Antes que nada, comenzaré diciendo la razón por la cual regresé a este espacio a comentar una película, cosa que hace más de un año no hacía.

La primera es que el pasado miércoles recibí un comentario en este blog que me hizo sentir muy bien con respecto a esta actividad, y realmente lo agradezco.

La segunda es que el día de ayer tuve una reacción a una película de esas que hace mucho no tenía, y me siento muy atraído a la idea de intentar explicarlo en este espacio.

Pero en fin, aquí vamos con nuestra humilde opinión sobre 300: Rise of an Empire.


Para empezar, y por obvias razones, esta publicación contendrá spoilers para 300 y ROAE, así que si no las han visto, vayan porque al menos la primera es totalmente recomendable. Si les gusta mucho la primera, (o medianamente, no seamos dogmáticos), puede que tengan muchas ganas de ver la segunda, o que duden si valdrá la pena. La respuesta fácil es esta: SI. Si consideraron que la primera es una exageración, entonces olvídenlo.

Como muchos que me conocen o han seguido este blog sabrán, soy fan (por no decir converso) de Zack Snyder. "In Snyder We Trust" se convirtió en un motto obligado con cada crítica que salía previa al estreno de Man of Steel. Y esa confianza viene justamente de haber visto 300 allá por el 2006, y reconocer que definitivamente Synder marcó un antes y un después en las películas de ese estilo, con una influencia que llegó a la tele con Spartacus, y que incluso volvió a poner de moda el género Peplum.

Esta segunda entrega de la saga, basada también en una novela gráfica de Frank Miller, escrita por Zack Snyder y dirigida ahora por Noam Murro, por momentos pareciera que no va a estar a la altura de su antecesora. Durante ciertas secuencias, lo obvio de la sangre CGI, lo "cheesy" de las actuaciones, hacen pensar si no hubiese sido mejor que esta fuera una secuela directa a video.

En lugar de Leónidas, aquí conocemos a Themístocles, y la verdad es que le falta mucho para llegarle a la altura al carismático y heróico líder de los espartanos. Themístocles aquí lidera a los atenienses, y sueña guajiramente unir a toda Grecia, y mientras los senadores deciden qué hacer en puro comité, los espartanos de 300 se van alegremente a enfrentarse a su peor enemigo, porque este les hizo una oferta que no pudieron rechazar: Una muerte gloriosa.



Esta diferencia de "personalidades", por así decirlo, es notoria ya que mientras en 300 los espartanos son confiados y arrogantes, además de imposiblemente perfectos en el aspecto físico, los atenienses no están mal, pero se sienten temerosos, chiveados.

Quien realmente viene a ocupar el lugar central de la película es Artemisia, magistralmente interpretada por Eva Green, quien mastica el escenario como el resto de nosotros masticamos chiclets adams.



Una villana para los protagonistas, pero mujer fuerte por derecho propio, y con total justificación de sus actos, es en ella en quien recae el peso de la película y la salva de hacerse insufrible en los momentos lentos.

Hay algunos personajes que regresan de la anterior, unos con mas peso que otros, y esta, siendo una preposcuela, nos muestra el origen de Xerxes como Dios-Rey, la causa del conflicto Persia - Grecia, y luego lo que pasó después del final de 300, traidor jorobado incluído. En este punto a mí me llamó la atención ver a Rodrigo Santoro como persona normal, y luego como el mismísimo Dios-Rey. Es muy interesante su actuación, porque cuando todavía es humano refleja miedo, aprensión, características humanas, pues, y luego las deja todas en favor de su ilusorio papel.



¿Qué salva a esta película de ser buena, a secas, o de plano mala según algunos, y la convierte en una de las mejores secuelas que he visto? El final.

Una de las cosas que le faltaron a los atenienses, es el sentido del heroísmo que los espartanos transmiten hasta dormidos, y sin embargo, esa falta hace que lo que viene caiga como anillo al dedo.

El final de esta película se viene construyendo desde la anterior película, y en esta va avanzando poco a poco, por caminos sinuosos; cuando llega al punto climático, el final del tercer acto, es catártico, hay una retribución que para todos aquellos que se involucraron con los personajes de la primera, es totalmente satisfactoria.

El momento en que la reina Gorgo aparece, (y la voz en off con la que empieza su discurso al tiempo que Themístocles y Artemisia están en pleno duelo de espadas), liderando la armada espartana, empuñando una espada, al tiempo en que las velas de los navíos se despliegan y dejan ver las "V's" invertidas pintadas, no aplaudí porque Xerxes es muy grande.


Al final del día, esta es una película palomera, si, pero trascendente para todos aquellos de nosotros que gustamos del cine de género, del cine de espectáculo, y que al final del día queremos ver una buena historia que nos atrape y nos sumerga en su mundo por un rato. En lo visual, el CGI por momentos se me hizo mas difícil de digerir que en la primera, sufre un poco del síndrome de la Shaky-cam, cosa que en lo particular no me agrada, y recoge el estilo de Snyder para las gloriosas escenas de pelea en cámara lenta.

Este es un filme totalmete feminista, donde la antagonista (porque no es villana) es más hábil y capaz que todos los hombres que salen en la película, y la protagonista de la anterior es la que al final tiene que venir a salvarlos a todos, porque ellos nomás no pudieron.

Aún cuando en el caso de 300 tampoco ellos pudieron con el enemigo, el sacrificio de Leónidas y amigos que lo acompañaban no se siente como derrota, sino como victoria, honrosa y deseable (y cabe recordar que esa derrota fue provocada por una traición, el plan de Leónidas si hubiera funcionado); en este caso, si los atenienses hubieran sucumbido, hubiera sido algo triste, y totalmente achacable a los errores en las decisiones de Themístocles. 

¿La película termina? Nop, al final quien sucumbió fue Artemisia, pero la batalla sigue y el ejército Persa sigue siendo interminable. ¿Queda abierto para una secuela? Tal vez. ¿Es necesaria? No lo se, personalmente mis expectativas para esta eran bajísimas, esperaba algo francamente malo, y la verdad es que supero con mucho lo que pudo haber sido un fracaso.

Lo que en lo personal a mi me gustaría ver sería un MEGACUT de ambas películas, entrelazadas en los puntos que ocurren de forma simultánea. Esto creo que sería una experiencia más satisfactoria que verlas una después de la otra. Si Zack Snyder lee este blog, ojalá que me tome la palabra.

lunes, 19 de diciembre de 2011

The Dark Knighr Rises: Trailer

En las ininteligibles palabras de Bane, "Cuando Gotham sea cenizas, entonces tienes mi permiso para morir"... uuuuh.









Este corto despierta emociones encontradas en mí, ya que parece más una película de Christopher Nolan que una de Batman. Las anteriores siempre sonaron a Batman, y esta está entrando en terreno totalmente desconocido. Bane es una apuesta arriesgada, ya que solo los que vivimos el evento conocido como La caída del murciélago, allá por el 94 tenemos una idea más o menos clara del alcance de este personaje (estoy generalizando, lo sé).

El primer intento de presentar en cine a Bane fue en el fiasco/abominación conocido como Batman & Robin, allá por el 96, con un zombie vegetal en lugar de la mente maestra que fue capaz de romper a Batman. Y eso, créanme, es una mala tarjeta de presentación.

Ahora Nolan nos muestra a un Bane al que no se le entiende al hablar, y del que los puristas dicen que "no se parece". Yo en ese sentido he aprendido a confiar en Nolan y sus caracterizaciones. Lo que todo mundo se pregunta es si Bane destrozará a Batman como lo hizo en los cómics, y si eso es conveniente de hacer apenas en la tercera parte de una trilogía, y si es posible hacerlo de una forma convincente y satisfactoria.

Personalmente lo que más me intriga, más allá de la trama y el hecho de Bane o no, es el scope de las imágenes mostradas en este trailer. El título de "Dark Knight Rises" da una sensación de luz y optimismo que, dado lo oscuro de "Dark Knight" y su final con Batman en su punto más bajo, nos haría pensar en que Batman va "hacia arriba".

Desafortunadamente, como dicen, "siempre está más oscuro antes del amanecer", y el buen Batsy se las va a ver negras. Y no solo eso, sino que Ciudad Gótica se va a ver estremecida hasta sus cimientos (literalmentes según las explosiones).

Explosiones en un partido de Football, presos escapando, descontento social, un Batman agotado, un Alfred derrotado, un Gordon destituido... imágenes desgarradoras, enormes. Y recordemos que una gran cantidad de escenas fueron filmadas específicamente con el formato IMAX de 70mm en mente. Recordemos también que Nolan asombró a propios y extraños con Inception, una película ambiciosa y audaz en términos de escenario, alcance, imágenes.

¿Está el cine, la audiencia, los fanboys y el público en general, preparado para una película de superhéroes tan ambiciosa y arriesgada, en manos de un director visionario y capaz, que ha dado al mundo las dos películas más dramáticamente realistas de superhéroes de la historia, o será un fracaso estrepitoso?

La respuesta, queridos lectores, a mediados del próximo año, cuando el Caballero Oscuro vuelva a la oscuridad del cine, donde, quien tiene la última palabra es el cácaro.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Here come the Men In Black

El nuevo corto de la tercera entrega de la saga conocida como hombres de negro, 15 y 9 años después de la primera y segunda películas, respectivamente, nos muestra a los agentes J y K en las mismas situaciones que antes, aunque uno se pregunta si toda una nueva generación de cinéfilos entenderá las sensibilidades noventeras de la franquicia, o si las mismas fueron actualizadas a la nueva década de los 10's...









O, tomando la ruta fácil, nos regresamos todos a los 60's :)

jueves, 8 de septiembre de 2011

Nos lleva la changada (Opinión de Rise of the Planet of the Apes)

Tuvimos oportunidad de ver la última iteración de la saga de películas ciencia ficcioneras basadas en el libro de Pierre Boulle, La Planète de Singes, conocidas por todos como El Planeta de los Simios. Antes que nada, debo advertir que este post tendrá spoilers para todas las películas de la saga, así que recomiendo ampliamente que no lean más allá de este párrafo antes de haber visto al menos la primera y la tercera. De la nueva intentaré no ser demasiado spoilerish, y si no quieren leer más, entonces diré que es totalmente recomendable, y en general todos los filmes son verdaderos indispensables del cine de ciencia ficción.

Personalmente, me considero fan de hueso colorado de los simios, desde una vez que mis padres me convidaron a verla una noche de viernes de hará unos 23 años, centímetros más o menos, que la pasaron en el canal 11 que casi no se veía, y que casi no pasaba anuncios, mas que uno de banco del atlántico bien creepy.

Anyway, regresando al tema de la disertación que nos ocupa en este recinto, la película original del Planeta de los Simios fue todo un fenómeno mediático de la cultura pop, anticipando, 7 años antes incluso de que se inaugurara oficialmente la era del blockbuster con Jaws, el boom mercadotécnico que llegaría en 1977 con Star Wars.

Corrían los años del 67/68, mi mamá convenció a mi papá, en ese entonces su novio, de ir a ver una película que él no hubiera ido a ver nunca por su propia cuenta. En el money shot del principio del filme, la cara de un gorila cazando humanos llenando la pantalla dejó una gran impresión, no solo en mi padre, sino en toda una generación de cinéfilos.

A partir de ese momento, un fenómeno cinematográfico tomaría vuelo, con 4 secuelas (que fueron bajando en presupuesto, aunque no en aspiraciones), una serie de televisión con actores (14 capítulos) y una serie animada (13 capítulos). Para mayores detalles sobre toda esta saga, es altamente recomendable el documental "Behind The Planet of the Apes", dirigido por Kevin Burns y conducido por Roddy McDowall, quien estelarizó 4 de las 5 películas (y en la segunda sale en la introducción) y la serie acción real.



En POTA y "Beneath tPOTA", la acción se desarrolla en un futuro muy lejano. En el primer filme, George Taylor, interpretado por Charlton Heston, viaja al futuro con 2 compañeros astronautas, aunque el no sabe que está en el futuro de la propia Tierra. Ahí es víctima de maltratos y humillaciones por parte de simios inteligentes, que lo tratan como ellos tratan en general al resto de los humanos, lo cual no difiere mucho de como los humanos tratan a los animales actualmente. Obtiene ayuda por parte de dos chimpancés compasivos, Zira y Cornelius, quienes lo ayudan a escapar, y al final se da cuenta de que siempre estuvo en la tierra, al ver la Estatua de la Libertad derrumbada en una icónica escena final. En "Beneath...", Taylor desaparece y en su lugar llega otro astronauta igualito a el, y se la pasa buscándolo toda la película, llegando a una ciudad subterránea habitada por mutantes nucleares, que adoran a la última bomba atómica, y que al final destruyen el planeta en una gran explosión.

En "Escape of the POTA", reencontramos a Zira y a Cornelius, quienes escapan del futuro en el último minuto (y en la nave original de Taylor) y llegan a los 70's. Al final de este film, Zira da a luz a Milo, y al final el bebé Milo resulta ser el primer simio inteligente. La continuación: "Conquest otPOTA", nos muestra a un Milo, ahora llamado Cesar, crecido en un futuro ya tirándole a apocalíptico, donde los simios son explotados como esclavos domésticos de los humanos. Al final de este filme Cesar lidera la revolución de los simios, con un final violento y oscuro, y deja paso al quinto y último filme de la saga, donde los simios y los humanos intentan aprender a coexistir pacíficamente, aunque aquí el general Aldo, quien fuera recordado como el primer simio que se opuso a sus amos humanos, quiere exterminarlos a todos de la faz de la tierra.
Años después, en 2001, Tim Burton decide "reimaginar" el concepto original, y lo que no logra con historia, lo logra con unos efectos visuales realmente deliciosos, en opinión de quien esto escribe. La animalidad, el peso y la fisicalidad de los personajes principales es notoria y muy superior a los originales, reconociendo obviamente que los originales fueron totalmente innovadores y revolucionarios en su tiempo, ganando incluso un Oscar especial por logros en maquillaje. Aún así, el trabajo de Rick Baker en maquillaje y de Terry Notary como entrenador físico para esta producción de Burton, hacen de esta película un festín visual digno de disfrutar.

Finalmente, y llegando a este 2011, 20th Century Fox decide hacer algo que le funcionó a varios estudios con diversas franquicias: "the Apes Begins", aunque con el título de "Rise of the Apes". La idea detrás de todos estos "begins" es simplemente contar el origen de una franquicia ya establecida, de una manera fresca y ad-hoc para la nueva era, el nuevo milenio, o la época contemporánea cuando se produzca dicho "reboot".

"Rise of the Apes" sufrió varios cambios de título, originalmente se llamaba "Cesar", y terminó llamándose "Rise of the Planet of the Apes" (aunque en México se llamó "El Planeta de los Simos (R)-Evolución", ah pa' título más complicado, y en España "El Origen del Planeta de los Simios, algo más decente).

El título de Cesar refiere al protagonista de la historia, mismo que está tomado de la trilogía final de la saga original. Se podría decir que "Rise..." es un remake de "Conquest", donde vemos a Cesar convertirse en el líder de los simios y liderar la revolución. La diferencia es que aquí Cesar no es hijo de simios futuristas, sino producto de un experimento científico no del todo fallido, aunque no del todo exitoso.

Me parece que el contexto actual funciona muy bien, y creo poder afirmar que es la entrada más sólida en la saga de los simios. Una diferencia fundamental entre esta y sus predecesoras es que los simios no son representado por maquillaje ni efectos prácticos, sino por efectos CGI y captura de movimiento. En el filme no hay ningún simio real ni disfrazado.

Aquí Andy Serkis, veterano de estas técnicas, vuelve a interpretar un simio (recordemos que el fue King Kong en la versión de Jackson), y una vez más vuelve a crear un personaje entrañable que solo existe a partir de su actuación y 1's y 0's.

Otro "veterano" es el ya mencionado Terry Notary, ex-Cirque du Soleil, que interpreta a la madre de Cesar y a su rival Rocket. Supongo que también llevó a cabo el entrenamiento simio para el o los extras que pudieron haber participado en el filme.

La película es buena, emocionante, entretenida e interesante, y creo que su mayor logro es hacernos seguir el viaje del héroe de un personaje digital, que prácticamente no habla durante toda la película, y además representa el fin de la raza humana tal como la conocemos.

Adicional a esto, las referencias a películas anteriores surgen a diestra y siniestra, desde líneas clásicas de Charlton Heston en voz de Tom Felton, el "Bow your heads" del gorilota de la de Burton, hasta las referencias oscuras al director y actores de la original. La idea de este reboot es plantar las semillas que al final nos llevarán al planeta de los simios original, y la historia queda abierta para una(s) posible(s) secuela(s), que mostrarían al final la confrontación final entre simios y humanos.

Definitivamente vale la pena ver este filme, y mi recomendación es hacerlo con conocimiento de causa, habiendo visto las anteriores. Si esto no es posible, la película es lo suficientemente buena para sostenerse por si sola, y llegar a ser, en mi opinión, la mejor del verano cinematográfico 2011.

La siguiente foto puede ser algo fuerte y/o traumatizante para muchos, ya que, saliendo del cine, vimos a este conductor de tren y no pudimos dejar de pensar que el futuro puede estar más cerca de lo que pensamos.

domingo, 21 de agosto de 2011

El Sherlock elemental.

Debo decir que me considero un Sherlockiano de hueso colorado. En la navidad de 1985 Santa Claus me trajo mi primer libro oficial del personaje, y desde entonces he sido fan del gran detective, y de la dinámica de las relaciones entre el y los demás personajes creados por Sir Arthur Conan Doyle.

Según Wikipedia, El Libro Guiness ha registrado a Holmes como el personaje más representado en el cine, por 75 actores en más de 211 películas. En este caso, no pretendo hablar de una adaptación cinematográfica, sino más bien de una televisiva, que considero definitiva y que contiene los elementos básicos del personaje.


Sherlock, producida por la BBC de Londres, nos muestra a un John Watson que en 2010 acaba de llegar de Afganistán, tiene una herida psicosomática y busca un compañero de cuarto. Conoce a un tal Sherlock Holmes, que también busca un compañero para dividir los gastos de alojamiento, y que tiene una profesión única: Detective Consultor.

Los elementos clásicos, básicos, elementales (valga la redundancia) creados por Doyle están en esta adaptación, que tiene la peculiaridad de estar ambientada en nuestra época actual, y en un mundo donde Doyle nunca creo a un personaje ficticio llamado Sherlock Holmes.

En este caso, Benedict Cumberbatch encarna al famoso detective, con más locura y menos mesura de la que esperaríamos; sigue pensando que el resto del mundo está conformado por idiotas, aunque no es tan grosero y/o petulante como en otras versiones. Al menos en el primer capítulo, queda asentado que no fuma (ni siquiera en pipa), y de entrada no tiene ningún vicio extremadamente reprobable, aunque sí es obvio que cambia la cocaína, heroína y morfina por parches de nicotina.


La sexualidad de este Holmes es bastante ambigua; de entrada todo mundo toma a Watson y Holmes por pareja, lo cual Watson se apura a corregir. Aparentemente a Holmes le tiene sin cuidado, y claramente dice que está casado con su trabajo, pero sin especificar su orientación. Ya veremos, cuando en 2012 se estrene la segunda temporada, la relación de Holmes con La Mujer en la adaptación de Escándalo en Bohemia.

Martin Freeman interpreta a un Watson duro, firme, dañado por la guerra pero para nada el torpe doctor gordito y simpático que durante muchos años fue el estereotipo del personaje. Este Watson está desubicado, y es precisamente su primer encuentro con Holmes lo que lo estabiliza. Realmente creo que el objetivo de actualizar a los personajes y su relación fue cumplido de mucho mejor manera con esta serie, que con la película de Guy Ritchie, con Robert Downey Jr y Jude Law.


Dicho sea de paso, el soundtrack de la serie tiene una fortísima influencia del soundtrack de la película compuesto por Hans Zimmer, y que, en mi opinión, es lo más rescatable de dicho filme, y tranquilamente puedo opinar que es el mejor tema musical que para mi identificará al personaje.

Dicho sea de paso también, Freeman interpretará al personaje principal de El Hobbit, Bilbo Baggins, y Cumberbatch hará la voz del dragón Smaug en el mismo filme.

Este Holmes es el mismo de siempre, pero esta vez apoyado por la tecnología. Watson no escribe un diario, sino un blog; Holmes no escribe monografías, sino sitios Web (ambos en línea) y las deducciones sobre el hermano de Watson que en "El Signo de los Cuatro" hace examinando un reloj de cadena, en esta versión las hace sobre el celular del buen doctor. Holmes se apoya totalmente en los mensajes sms, en los gps, en los mapas y el internet para su trabajo, sin restarle ningún mérito a su capacidad deductiva.


El primer capítulo, llamado "Estudio en Rosa", nos presenta a todos los personajes que debemos conocer, estableciéndolos totalmente en su dimensión correcta. El Inspector Lestrade y su relación admiración/odio con Holmes, el hermano Mycroft y su posición "dentro" (¿o es "como"?) el gobierno inglés, la señora Hudson, casera más no mucama y hasta el gran "Napoleón del Crimen", que maneja los hilos del bajo mundo londinense de maneras extrañas y sutiles y es solo un nombre misterioso: Moriarty.


Con respecto al caso particular, la adaptación de Estudio en Escarlata es bastante libre, los motivos originales del asesino son totalmente distintos, aunque la mecánica de los asesinatos es la misma. Nos ahorramos toda la historia de fondo de Lucy Ferrier y los Ángeles Vengadores, y la resolución no es tan teatral como la de la novela. Sin embargo, el capítulo entretiene y da una clara muestra de las habilidades deductivas de Holmes.

La primera temporada consta de 3 capítulos de 90 minutos cada uno, de los cuales solo he visto el primero, y la segunda temporada está en filmación en estos días. Las críticas del programa son muy altas, su recepción fue bastante buena, y, si me permito fungir como un buen juez de sus adaptaciones, la conclusión es que si hay más Sherlock por venir, bienvenido sea.



lunes, 15 de agosto de 2011

¿Es Super 8 realmente la película “original” del verano?

Teaser Poster

Super 8, la última producción de Steven Spielberg y dirigida por su sucesor, J.J. Abrams, fue estrenada en estados unidos en el mes de junio, justo el día de mi cumpleaños.

En ese momento, fue considerada por muchos como una buena película, sin ser lo máximo, pero lo que más le alababan era su originalidad.

Tuvimos oportunidad de ver el citado filme el sábado pasado, por cierto, en la última función del Cinemex Palacio Chino que empezó con retraso, y debo decir que la experiencia fue muy agradable, muy divertida, pero sobre todo, muy… segura. El tema de la “originalidad” surge porque Super 8 no es un remake, reboot, secuela, precuela o adaptación de ningún material existente, sino que parte de un concepto nuevo; nunca habíamos visto nada con el título Super 8 en él, y eso la hace sonar “fresca”.

Sin embargo, en opinión de quien esto escribe, Super 8 es todo, menos original. Es como un remake de muchas películas de Spielberg, con escenas y cuadros tomados directamente de sus predecesoras, y con al menos un punto argumental y un monstruo idéntico y/o parecido a otra producción de Abrams, respectivamente.

super-8-poster

¿Eso es malo? No necesariamente. Creo que Super 8 es una película que no corre ningún riesgo, que no presenta una gran revelación, que no aporta nada a un género ya de por sí explotado, pero que lo que muestra, lo muestra de una forma visualmente muy atractiva. Su éxito está en la manera de presentar a sus personajes, sus relaciones y sus acciones.

Siempre se ha dicho que la primera impresión jamás se olvida, y es la que perdura. Por esa razón, será difícil que Super 8 supere a E.T., a los Goonies, a Jaws, a Stand By Me, e incluso a Cloverfield en mi memoria. Ah, pero no olvidemos que existen nuevas generaciones de cinéfilos en potencia, que no tuvieron la oportunidad de ver esas películas en cine, y con suerte, ni siquiera las han visto en video. Para ellos, esta podría ser toda una experiencia. Para ellos, esta podría ser la película que defina a su generación, tal como las ya mencionadas hicieran en su momento.

super8-poster

Para aquellos cinéfilos insoportables que nos la pasamos buscando referencias, la película se convierte más en una trivia, un concurso en el que al final podemos mirar a Abrams y decir “you’re so clever, and so am I”, identificando la escena de la junta concejal de Jaws, o la toma final de E.T., el cameo y el reflejo característico de las películas de Abrams, la referencia a George Romero, los ojotes del monstruo tipo E.T. y su diseño tipo Cloverfield, de Cloverfield también la anécdota de “tenemos que regresar y recorrer la ciudad en ruinas para rescatar a la novia del protagonista”, el score -un perfect blend de Giacchino y Williams-, y ya de plano entrando en el terreno meta, el director infantil pidiéndole a sus actores que dejen su mejor actuación para la cámara, y no para el ensayo, punto discutido entre Abrams y Spielberg en la plática sostenida en la DGA.

Al final, Super 8 es una película totalmente recomendable, altamente disfrutable, muy entretenida y novedosa para aquellos que no hayan visto ninguna de Amblin ochentera. Definitivamente vale la pena verla en cine, por el diseño de sonido y la experiencia colectiva; cosas que, en estos días, nos hacen cuestionarnos si realmente es necesario gastar por el boleto y las palomitas, o esperar al disco. Yo creo que, en este caso, sí, es necesario y vale la pena.