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lunes, 7 de enero de 2008

El cine se alimenta de cine (y, de paso, nos nutre a nosotros).

Es curioso como algunas películas aparentan ser distintas cada vez que las vemos.

En algunos casos, me ha tocado descubrir nuevos detalles en películas que he visto en incontables ocasiones.

En otros casos, que son a los que me refiero en el título, una película se ve enriquecida por factores externos a ella, como lo son otras películas, libros, artículos, música, experiencias, e incluso, el lapso de tiempo entre la primera y segunda vez que la vemos.

Para mi, ejemplos claros de esto han sido dos películas que he visto recientemente por segunda vez: El Gigante de Hierro y El Mundo No Basta.

Ambas películas las ví por primera vez en DVD cuando las renté, allá por el 2001 (comenzaba la fiebre del DVD, y yo mi colección).

El Gigante de Hierro me pareció una película entretenida, con buena animación y una muy buena historia. (Recuerdo que hubo algo que me causó mucha risa, pero al volverla a ver no pude identificar qué fue). Aunque supe que era una buena película, no la logré asimilar como la gran historia de Ciencia Ficción que realmente es... hasta ahora.

Seis años después, me doy cuenta de que he crecido como espectador de cine, gracias a que en este lapso he podido ver más películas (nuevas y viejas) y a uno que otro libro que he tenido oportunidad de leer. Esto me ha brindado una visión más informada en general al momento de ver una película.

Al ver títulos como "El Día que la Tierra se Detuvo", "La Guerra de los Mundos", "On The Beach", "Impacto Profundo", "Captain Sky and the World of Tomorrow", las 3 versiones de "King Kong", "Los Increibles" del mismo Bird, así como profundizar en la historia de Superman en sus distintas apariciones en los medios, pude apreciar de mejor manera "The Iron Giant"; con más conocimiento de causa, y reaccionando más adecuadamente a la historia en los puntos climáticos de la misma (Spoilers ahead):

Cuando el agente del gobierno dá la orden de disparar la Bomba (con mayúsculas), recuerdo que la primera vez que la ví sentí coraje y frustración por lo cerrado del agente, y esa fue la mayor emoción que experimenté en ese momento; esta vez, aparte del coraje y frustración, sentí la desolación (al más puro estilo Matheson) del pueblo entero al saber que están a punto de perecer por causa de un misil nuclear en unos cuantos segundos, por culpa de la paranoia de un idiota que practica el "primero mata, luego viriguas". Y con esto, tuvo un mayor impacto emocional en mí el sacrificio que hace el Robot con tal de salvar a su amigo, para evitar que muera, a diferencia del venado. Y algo que dió un valor agregado a esta sensación es que el Robot lo hace emulando a Superman, es decir, siguiendo el ejemplo que le puso el niño cuando le enseñó el comic por primera vez (y con el tema de Superman de Fleischer de fondo, ni más ni menos). Cuando el Robot dice "Superman" antes de detonar la bomba, mi esposa inmediatamente me dijo: "No chilles". Ella sabía que me iba a tocar alguna fibra.

Cuando la historia termina, y tiene un final abierto, el viaje emocional está completo. Terminamos sintiéndonos renovados, ajustados, listos para continuar con nuestra vida diaria, enriquecidos por una historia simple de amistad entre un niño y un robot.

Con respecto a James Bond, tuve oportunidad de ver en el cine Estadio "Octopussy", una vez que mi mamá me compró dulces a granel, y de lo emocionado que estaba, ni de los dulces me acordé. En cine también ví "Nunca Digas Nunca Jamás", de Connery y "Moonraker" de Moore (de la que no recuerdo nada).

Adicionalmente, cuando las videocaseteras Beta y los Videocentros comenzaron su auge, pude ver películas como "La Espía que me amó", "Solo para tus ojos" y "Desde Rusia con Amor" (favorita de mi papá).

En general, todas esas películas me gustaron y me emocionaron, inclinándome debido a eso al género de espías, de gadgets y demás. Y sí, reconozco que Roger Moore era mi Bond favorito. El tiempo pasó, no ví ninguna de las películas de Timothy Dalton en su momento, y cuando llegó Pierce Brosnan a hacerse cargo, yo comenzaba mi noviazgo con mi actual esposa: fui a ver Goldeneye 2 veces, una con mis papás y una con mi novia, y a ninguno de ellos le entusiasmó demasiado el nuevo James Bond, lo cual me alejó de las siguientes entregas.

El caso de "El Mundo no Basta" fue similar al "Gigante de Hierro"; renté la película para ver la más reciente de James Bond (en ese momento) gracias a que por fín tenía oportunidad de hacerlo, y la verdad es que no logró interesarme demasiado, y a mi esposa menos: cayó dormida a la mitad de la película. Incluso hace poco un amigo me comentó que la había visto o intentado ver, y resumió su opinión en una palabra: "Booooring".

Yo recuerdo haberla visto, mas no recordaba nada de la película en sí; lo más rescatable siempre fue el video de Garbage del tema musical. Eso me ahuyentó de la franquicia 5 años más, hasta que se supo que la siguiente, "Casino Royale", sería un reboot de la serie. Eso me puso en alerta, y, como ya entonces tenía acceso a internet, me puse a investigar, a leer, a conocer los aspectos del personaje y las películas que no conocía.

Sin ahondar en detalles, Casino Royale significó para mí una nueva experiencia, una gran película que elevaba los estándares de la serie, y abría la puerta a nuevas historias.

Tiempo después salieron las ediciones especiales con 2 discos, compré "La Espía que me amó", y al día siguiente mi papá, una vez más cumpliéndo mis gustos, me regaló "Casino", "Dr. No", "Al Servicio Secreto", "Octopussy", "Living Daylights" y "Goldeneye" de un jalón (y el se compró "Desde Rusia"). Después yo compré "Goldfinger", "For your eyes only" y "Tomorrow Never Dies".

Con esto confirme un descubrimiento que hice hace relativamente poco: es necesario ver las películas dentro de su contexto histórico. No es posible comparar la calidad técnica de, digamos, las 3 versiones de King Kong de igual a igual. Porque si hacemos eso, la versión de Jackson es infinítamente superior a la de Cooper. Sin embargo, para su tiempo, para lo que implicó la cuasi dolorosa animación cuadro a cuadro, la versión de Cooper es muchísimo más meritoria. Por otra parte, la actuación de Serkis como Kong en Jackson podría parecer muy superior gracias al CGI, pero la de Rick Baker en Guillermin tiene un encanto y una personalidad que no le pide nada a la anterior. En resumen: Apreciemos cada película considerando el momento histórico en que fue hecha. Si adicionalmente logra trascenderlo y convertirse en una historia atemporal y universal, entonces estamos ante una obra maestra.

Ahora, habiendo visto todas estas películas de James Bond, me di cuenta de que siempre me han gustado, y de que tienen su muy particular encanto (aunque a mi esposa siguen sin convencerla).

Descubrí además que las de Sean Connery tienden a hacerse... pesadas/lentas, pero bueno, pertenecen a otra generación (la de mi papá). Y que Daniel Craig es MI James Bond. Además, recientemente tuve oportunidad de leer Casino Royale (en el inglés original), Al Servicio Secreto de Su Majestad (del Reader's Digest), Solo Se Vive Dos Veces y Goldfinger. Y eso me ayudó aún más a conocer la visión interna del personaje.

Después en la tele pasaron "Die Another Day", que no había visto y que según las críticas era francamente mala, y descubrí que la aprecié bastante, con, sin, a pesar y en contra de Madonna y Halle Berry.

Cuando al fin de semana siguiente pasaron "El Mundo No Basta", decidí darle una nueva oportunidad... digo, si ya había visto todas las otras...

El resultado me impresionó (la película no tanto). Pero me fijé en cosas como el uso del score para enfatizar ciertas escenas o las referencias a la terminología Básica de Bond. Adicionalmente, es particularmente atractiva la interacción entre los villanos (Carlyle y Marceau), relación erótico/misóginoi/sadomasoquista, y un punto adicional es el hecho de que Marceu encabeza una vendetta personal contra M (no contra Bond, ni el Gobierno, ni el mundo, sino exclusivamente, M) por sus propias y justas razones. Aunque sigo pensando que es ridículo ver a Denise Richards como científica nuclear, no puedo dejar de notar que el conocer (aunque sea a grandes rasgos) la historia previa, el tener más claro qué debe ser una película de James Bond me hace reconocer una buena entrada en la serie. Algo tan sencillo como entender el diálogo:

Elektra King: I could have given you the world.
James Bond: The world is not enough.
Elektra King: Foolish sentiment.
James Bond: Family motto.

me hizo apreciar mucho más una película que en ningún momento fue aburrida, sino más bien al contrario, excitante, intrigante y emocionante, para variar.

Como puntos valiosos adicionales, la introducción del sucesor de Q, así como su despedida, podrían humedecer los ojos de más de algún fanático sensible de la serie:

Q: I've always tried to teach you two things. First, never let them see you bleed.
James Bond: And the second?
Q: Always have an escape plan.

Alguna vez comentaba con un amigo que uno no puede ver una película de James Bond sin estar dispuesto a suspender la incredulidad por un momento. Pero además, creo que uno no puede ver al 007 sin conocer al menos el contexto histórico del personaje en general, de la película en particular, de su lugar en la saga de ya 21, casi 22 películas; sin conocer las frases célebres ("Agitado, No Revuelto", "¿Espera que hable?") su personalidad misógina, sus flirteos con Moneypenny, la estructura de cada film, la necesidad de locaciones exóticas, la importancia de los distintos temas musicales, desde Monty Norman y John Barry llegando a David Arnold y todos los Cantantes Poperos que han participado... En fin, que el saber más de Bond nos predispone a que nos guste más, creando un círculo virtuoso entre el público, que mientras más consume más conoce y más quiere conocer, y el cine, que mientras más produce, más refiere a previas entradas de la serie.

A fin de cuentas, como dice Leonardo García Tsao en "Como acercarse al Cine", si uno quiere saber de cine, más allá de los libros, revistas, documentales, fundamentalmente, lo que tiene que hacer, es ver cine.

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