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domingo, 25 de mayo de 2008

Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal: Opinión.


Uno tiende, o al menos yo, a olvidar que las cintas de Indiana Jones son producto de dos figuras del cine bastante conocidas: Spielberg y Lucas.

La última entrega de la saga es todo lo que podemos esperar como película de Indiana Jones, como película de Spielberg y como producción de Lucas. Tiene un claro olor a cine clásico, a serial sabatino, a matiné en el cine Cosmos o función doble en el Estadio.

Como siempre, antes de entrar en materia, y para evitar revelaciones incómodas, recomiendo a los que no la han visto aún que vayan corriendo a verla, sin esperar una película profunda, densa o compleja. Si son fans de Indy, no saldrán decepcionados. Para mi es la más disfrutable de la serie, sin animarme a decir que la mejor.

¿Ya regresaron?

Aunque algunas críticas no la han favorecido demasiado, aduciendo que "la edad del protagonista", "el final fuera de este mundo", "la nueva paternidad del personaje", "el cambio de época (1957)" perjudican más que ayudar a la serie, yo creo que la película es perfecta, para lo que se supone que debe ser.

Desde el principio entramos en materia, con una memorable reintroducción del personaje, realzada sobre todo por las magistrales notas del Tema Principal escrito por John Williams y un ingenioso manejo de cámaras.

Las referencias a las entregas previas la hacen muy disfrutable por aquellos fans-enciclopédicos, que sin duda reconocieron el almacén del final de "Raiders..." desde el corto, y que aquí llegan a ver a la mismísima Arca de la Alianza. De igual manera, las menciones a Marcus Brody y al Dr. Henry Jones Sr. muestran su respeto a personajes cruciales en las historias previas.

El ritmo en general es muy bueno, no decayendo más que durante la entrevista con los agentes del FBI (que por cierto, al conserje de Scrubs lo vi igual de gruñón que siempre).

La introducción de Mutt Williams, clara referencia a Marlon Brando en "El Salvaje", y la utilización de música de la época (rock & roll) ayudan a darle un tono más juvenil a la cinta que el de sus predecesoras, que contaban con héroes ya maduros en una época (Pre-WWII) donde la juventud todavía no tenía una voz propia.



La historia en general es simple, siguiendo el mismo patrón de este tipo de películas: la búsqueda de un MacGuffin, siguiendo las pistas de un predecesor, perseguidos/obligados por "los malos" y encontrando diversos obstáculos en el camino.

La razón principal de que la película funcione es el carisma natural de Ford como un Jones que, aunque sabe que sus límites ya no son los mismos por la edad, no ha perdido la confianza en si mismo, en sus conocimientos y en su habilidad para salir bien parado de cualquier contratiempo.



Aunado a esto, existe esa química que fue notoria en "...Lost Ark" y que aquí es totalmente disfrutable: Marion Ravenwood como la pareja idónea de Jones.

Marion, a diferencia de Willie Scott, no es una dama en peligro y puede estar a la altura de Jones cualquier día, con la mano en la cintura, y con grandes cantidades de alcohol ingerido.


En esta cinta, Jones se congracía con el bando femenino, al demostrar ser un romántico empedernido que no se quedó con ninguna otra mujer porque "no eran tú, corazón". Esto lo distancía totalmente de la misoginia característica de una de sus influencias principales, James Bond.

La novedad del filme es el espíritu familiar que consigue cuando se revela que Williams es hijo de Jones; independientemente del mutuo rechazo inicial a esta verdad, desde ese momento se saben familia y se buscan e identifican, aprobando con orgullo las hazañas del padre/hijo. Realmente la familia unida se sobrepone a todas las vicisitudes.

Quien pueda encontrar exagerado el a) escapar de una Bomba Nuclear en un refrigerador, b) alcanzar vehículos militares balanceándose entre lianas al más puro estilo Tarzan, c) sobrevivir a diversas caídas en un vehículo anfibio (y del final me ocupo más adelante), es que no vió las entregas anteriores. Realmente, si Indiana realizó hazañas imposibles hace 20 años, ¿por qué no podrían hacerlo su mujer y su hijo?

El final Extra-Terrestre no resulta fuera de lugar. Si ya tuvimos el infierno desatado por el Arca de la Alianza, los corazones extraidos y reimplantados por un sacerdote hindú y un Caballero inmortal gracias al Grial, un extraterrestre más en Sudamérica no me hace perder el sueño.

Quien no acepte a estos aliens, no sabe en que tipo de película está inspirada esta historia. Y sobre todo porque la película es de los 50's, no podemos pedir más que extraterrestres y conjuras comunistas para que se sienta verdadera. Si los E.T.'s son marca Spielberg es que son la marca propia de la casa.

Durante la película, Williams (o Jones III) demuestra con su propia personalidad estar a la altura del padre; cuando en el epílogo surge la posibilidad de que él herede el "manto" del protagonista, estamos dispuestos a aceptarlo sin tanto dolor; sin embargo, Indy aún no está dispuesto a retirarse; nos convence a su vez de tener todavía una que otra aventura bajo el sombrero, y nos vuelve a atrapar con ese inseparable látigo suyo, obligándonos a pedir...

otra, otra, otra, otra...

1 comentario:

  1. Mai !!!! ya regrese de ver Indiana Jones...
    Ya puse mi opinion en el blog mai date un rol de canela,e sta vez hemos diferido en opiniones ... que onda donde pido mi dinero de vuelta?

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